¡Qué buen gusto tienes! Si has aterrizado en esta página en concreto, significa que tu gusto a la hora de elegir un destino para tu viaje es exquisito. Y no será un viaje cualquiera… será un viaje inolvidable porque vas a descubrir las Casas Colgadas de Cuenca y el Puente de San Pablo, dos de las grandes maravillas del casco histórico de Cuenca, las cuales juntas forman una de las composiciones más bellas y visitadas de Cuenca capital y de toda la provincia.
Se llaman Casas Colgadas, no «Casas Colgantes»
Antes de nada, vamos a dejar algo claro: Se llaman Casas Colgadas de Cuenca y NO «Casas Colgantes de Cuenca». ¡No nos cansaremos de decirlo!
Si, mi querid@ amig@… se llaman Casas Colgadas de Cuenca, y no » Casas Colgantes de Cuenca».
Cuesta creer que hoy en día, después de tantísimo tiempo desde que se construyeron, todavía hay gente que no lo sabe y utiliza el término erróneo.
¡Incluso hay gente que aún sabiéndolo, no lo quiere entender! negándose a llamarlas por su nombre. Esto si que no se entiende…
Así que nuestro primer consejo es que, si preguntas por ellas, llámalas CASAS COLGADAS DE CUENCA 🙂
¡Menudo peso me he quitado de encima! Ahora si podemos seguir…
No podemos hablar de las Casas Colgadas sin hablar del Puente de San Pablo y viceversa.
La verdad es que ambos no serían lo que son si no fueran «de la mano».
Si tú ya las has visitado, sabrás que es así, y si aún no has tenido el placer, lo podrás comprobar cuando estés cruzando el Puente mientras admiras las Casas colgando de las rocas.
Cómo llegar a las Casas Colgadas de Cuenca y el Puente de San Pablo
¡Un momento…! Antes de sumergirnos debes saber dónde se encuentran, ¿verdad?.
En plena Hoz del Río Huécar, encima de la carretera que lleva al pueblo de Palomera y justo al otro lado del Parador de Turismo, como si de un cuento de hadas se tratara, se encuentran las Casas Colgadas.
Soberbias, desafiando temerariamente a la gravedad, pendiendo literalmente de la hoz.
Parece imposible que pudiera construir algo así hace tantos años…
Cruzando la hoz de lado a lado, de hierro fundido de color rojo (ya algo gastado por el tiempo) se precipita decidido e imparable el Puente de San Pablo.
Imagínate… te encuentras al lado de las Casas Colgadas, justo debajo de sus grandes balconadas de madera, disfrutando de las maravillosas vistas que te regala la hoz y de las demás casas que se encuentran casi suspendidas en las rocas, y en un par de minutos puedes cruzar el Puente para disfrutar de las mismas vistas pero desde otra perspectiva no menos espectacular.
¿Entiendes ahora el juego que dan ambos?
Pues si juntas son una maravilla, ahora conozcámoslas por separado.
Curiosidades de las Casas Colgadas de Cuenca
– En su interior se encuentra el Museo de Arte Abstracto Español, considerado el primero Museo de España que albergó este tipo de arte.
– Frente a su entrada se encuentra la Casa de la Sirena, la cual posee una leyenda que la tradición sitúa en el siglo XIV.
– Se cree que era la residencia de los monarcas cuando visitaban la ciudad.
– En el Siglo XV era propiedad de un hombre llamado Gonzalo González de Cañamares y su escudo de armas se encuentra en una de las salas.
– Acabaron siendo moradas de familias pobres hasta que fueron demolidas y adquiridas por el Ayuntamiento en 1905 para su reconstrucción.
– Compartió espacio con un restaurante de prestigio en su interior. Actualmente se quiere volver a habilitar como tal.
– Durante un tiempo se las llamó «Casas Voladas«.
Las Casas Colgadas de Cuenca, arquitectura gótica conquense
Su arquitectura es gótica, y responde a los estándares típicos y populares de otras construcciones conquenses.
Aunque ninguna construcción llega a ser tan espectacular.
Su estructura es de viguería de pino, mampostería y yeso. Las fachadas están adornadas con sillería y rejas tradicionales.
En 1927 se colocaron los balcones voladizos que le dan ese carácter tan especial.
Una de las casas lleva el nombre de Casa del Rey, ya que, según se cuenta, era aquí donde se alojaban los reyes cuando visitaban la ciudad.
Sus famosos balcones voladizos, datan del siglo XX, pero han logrado convertirse en uno de los símbolos de la ciudad.
Preguntas frecuentes
La entrada a las Casas Colgadas es totalmente gratuita.
De martes a viernes y festivos de 11:00 a 14:00 horas y 16:00 a 20:00 horas. Domingos de 11:00 a 14:30 horas. Los lunes permanece cerrado.
Las Casas Colgadas se encuentran colgando literalmente de la Hoz del Huécar, justo enfrente del Parador de Turismo de Cuenca. La mejor manera de acceder es a pie. Si accedes desde la zona del Parador, sólo tendrás que cruzar el Puente de San Pablo.
Lo más fácil es aparcar en el Parking público que hay justo enfrente del Teatro Auditorio de Cuenca situado en Paseo del Huécar, 4. También puedes aparcar en el Parking gratuito que hay en el Barrio de El Castillo, así puedes aprovechar para ver el casco antiguo de Cuenca mientras bajas a las Casas Colgadas.
El término correcto es Casas Colgadas de Cuenca.
En su interior se encuentra actualmente el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, albergando obras de Zóbel, Torner, Chillida, Tapies, Feito, Saura, Millares, Viola, Pablo Serrano… Un paraíso para los amantes del arte. A parte de tener el Museo de manera permanente, se llevan a cabo multitud de conferencias y exposiciones. Para visitar el interior de las Casas Colgadas tendrás que adaptarte al siguiente horario.
Una Hoz repleta de «Casas Colgadas»
Las Casas Colgadas son únicas e inigualables. De hecho no hay nada que se les parezca…
Pero, como te hemos adelantado antes, podrás ver una variedad de edificaciones construidas en torno a una de las laderas de la Hoz del Huécar.
Esta imagen también ha servido de postal y de reclamo para los miles de turistas que visitan Cuenca cada año.
Sobre el abismo de sus roquedales, emblemáticas, imposibles y a la vez muy reales, se pueden ver edificios de índole religiosa, hasta casas domésticas y tradicionales, e incluso algún que otro negocio.
El Puente de San Pablo, de la piedra al hierro.
Fue construido en piedra en el siglo XVI, para facilitar el acceso al Convento de San Pablo, donde se encuentra el Espacio Torner.
Aquí trabajó el Tribunal de la Inquisición, para pasar a ser después un hospital durante la epidemia de cólera de 1885 y después pasó a ser escuela para niños pobres.
De portada barroca y claustro plateresco, este edificio no te dejará indiferente por su belleza y su peculiar ubicación.
Pero volvamos al Puente.
Se construyó con piedra entre 1533 y 1589, levantándose sobre cinco arcos, de los que quedan algunos restos hoy en día.
A los doscientos años, la mala calidad de la construcción hizo que empezara a hundirse.
Esto propició su demolición el 2 de marzo de 1895, con la ayuda de dieciséis cargas de dinamita.
La nueva construcción data del año 1903 y es la que se mantiene en pie en la actualidad.
Para que fuera posible, hicieron falta 60.000 pesetas de las de antes y 66.798 kilos de hierro.
Tiene unos 106 metros de longitud y 35 metros de altura ¡Cuidado que impresiona!
De hecho hay gente que no se atreve a cruzarlo… Pero puedes estar tranquil@, ya que es totalmente seguro y tienes todas las garantías de que no te vas a arrepentir…
Una verdadera joya que hay que visitar. Única en el mundo. Y que mejor estando ahí, degustar un platillo en el RAFF San Pedro. Maravilloso ¡!
¡Muy cierto Francisco! gracias por tu comentario 😉 Cuenca os estará esperando