Hoy queremos hacer un homenaje a lo que, desde nuestro punto de vista, son las 5 maravillas del casco antiguo de Cuenca. Algunas de las muchas razones por las que esta hermosa y única Ciudad tuvo el honor y el privilegio de ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1996.
Como ya sabrás, la Casa el Escalerón se encuentra en Uña, un pequeño pueblo en pleno corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, rodeado de naturaleza y paz, pero a la vez estamos a sólo 36 kilómetros de Cuenca capital.
Esto permite a nuestros huéspedes hacer una escapada para visitar nuestra bella ciudad, para que puedan volver a casa con la sensación de que han sacado todo el jugo posible a sus días libres.
Las 5 maravillas del Casco Antiguo de Cuenca
1. La Calle Alfonso VIII
La Calle Alfonso VIII es una de las arterias principales del casco antiguo de Cuenca y debe su nombre al Rey que conquistó la ciudad en el año 1177.
Antes fueron los musulmanes los dueños de la ciudad, hasta que el hambre de estos les debilitó y sucumbieron a las tropas de Alfonso VIII, permitiendo a los cristianos la ocupación de la ciudad.
Esta bonita calle se caracteriza por la amplia gama de colores que lucen los edificios que la rodean: azul, rojo, naranja, amarillo, gris,blanco… ¡Una auténtica obra de arte de la arquitectura! 🙂
2. La Torre de Mangana
Desde la misma calle Alfonso VIII podrás ver como asoma imponente la Torre de Mangana. Cuando los musulmanes estaban recluidos en la ciudad, debieron usar este punto como enclave defensivo debido a su favorecida situación bélica.
Mas tarde, ya alejado el peligro musulmán, se colocó en la torre una campana que servía para avisar la llegada de los enemigos, mover la solidaridad de los vecinos en caso de incendio u otra catástrofe y anunciar los acontecimientos importantes de la ciudad o la muerte de personas ilustres.
En la Plaza de Mangana se encontraba el alcázar musulmán, que era la residencia del gobernador musulmán o arraez de la ciudad. Hoy en día no quedan restos de las primitivas edificaciones, salvo en el subsuelo.
Los muros del alcázar se extendían por la zona que hoy ocupa el edificio y Plaza de la Merced, pero no han quedado sino algunos vestigios sobre la ladera del Júcar, bajo el Museo de las Ciencias y tras las viviendas de la calle Mosén Diego de Valera.
3. La Plaza Mayor y la Catedral de Cuenca
A pocos metros llegamos a otra de las grandes joyas de la capital conquense. La Plaza Mayor era la antigua Plaza de Santa María (en referencia a la catedral, llamada Santa María la Mayor) o del Mercado (debido a que aquí se celebraba un mercado semanal de venta de capachos, esteras, serones, pescado proveniente de los ríos cercanos y hortalizas).
También fue conocida como plaza del Rollo o de la Picota, pues en ella tenían lugar los castigos públicos. La Plaza Mayor fue el escenario de subastas, procesiones o corridas de toros.
En 1581 se establece la festividad de San Mateo en recuerdo de la conquista de la ciudad por Alfonso VIII. Antes de 1862 consistía en la suelta de toros por las calles.
Es fácil suponer que, debido al peligro que esto entrañaba, decidió cambiarse por la suelta de vaquillas enmaromadas.
El monumento más representativo de la Plaza Mayor es la Catedral de Cuenca.
Cuenta la tradición que Alfonso VIII entró en Cuenca llevando en su caballo una imagen de la Virgen del Sagrario, que luego mandó poner en el templo. Es un edificio de transición entre el románico y el gótico que fue incorporando poco a poco los diferentes estilos que iban llegando.
Te sorprenderán sus magníficas vidrieras, sus muros, sus rejas, sus puertas, sus capillas, sus gárgolas… y sobre todo su historia.
4. Las Casas Colgadas y el Puente de San Pablo
¿Alguna vez has viajado a Cuenca y has preguntado por Las Casas «Colgantes»? ¡Craso error! habrás notado que a quien se lo preguntas te ha mirado de manera algo… rara… y es que a los conquenses nos duele en el corazón que se le llame de manera distinta a uno de nuestros mayores orgullos.
¡Así que ya sabes! si tienes pensado venir a Cuenca pregunta por las Casas Colgadas y seguro que a quien le preguntes te contestará con una amplia sonrisa 🙂
Las Casas Colgadas, junto con el Puente de San Pablo, son el mayor símbolo de la Ciudad. Se encuentran suspendidas en las paredes de la hoz del Río Húecar, con sus grandes balconadas voladizas desafiando a la gravedad haciendo de este monumento un auténtico lugar de película.
Son el mayor atractivo turístico de Cuenca y no es para menos. ¿Sabías que antiguamente era aquí donde se alojaban los reyes cuando venían a Cuenca?
Por su parte, el Puente de San Pablo, fue construido de piedra en el siglo XVI, pero la mala calidad de su construcción obligó a ser demolido y reconstruido hasta adquirir el aspecto que tiene hoy en día.
A través del Puente de San Pablo podrás pasar caminando desde Las Casas Colgadas hasta el Convento de San Pablo, otra de las maravillas que se levantan en la hoz del Huécar.
En este edificio trabajó la Inquisición en procesos importantes. Más tarde se convirtió en hospital durante la epidemia de cólera que azotó a la población en el año 1885 y después de esto fue una escuela para niños pobres.
5. Ruinas del Castillo de Cuenca
Volvamos unos pasos atrás hasta la Plaza Mayor, para coger otra de las calles más importantes del casco histórico de Cuenca. Subiendo por la Calle de San Pedro llegarás a nuestra quinta y última maravilla de Cuenca: El Castillo.
Pero parémonos un momento en esta calle. Cuando la recorras fíjate en los escudos blasonados que visten las paredes de sus edificios. Unido a la forja de sus ventanas y a sus grandes portadas, dan fe de que tuvo que ser la calle de la nobleza. Sólo las familias más ricas y prestigiosas podían tener la suerte de vivir en un sitio tan privilegiado.
Después de atravesar la iglesia de San Pedro y la Plaza del Trabuco (llamada así porque fue aquí donde se instaló en el año 1449 un rudimentario cañón conocido con el nombre de trabuco), llegamos al Arco de Bezudo, que a su vez es la entrada al Castillo de la Ciudad, situado en lo más alto, como marcaban los cánones…
Desde aquí podrás disfrutar de las vistas más espectaculares que podrías imaginar.
¡El Castillo te ofrece la oportunidad de asomarte a las hoces de los ríos Júcar y Huécar al mismo tiempo!, siendo este un lugar perfecto para acabar tu visita, mientras contemplas desde lo más alto las maravillas de una ciudad repleta de historia, encanto y belleza.
Dedicado a mi padre (Jaime) por ser la fuente de sabiduría que ha ayudado a escribir estas líneas. Y a mi pareja (Marta), por acompañarme incondicionalmente en mis paseos por las callejuelas de Cuenca, lo que ha hecho que me enamore aún más si cabe de ella y de esta maravillosa ciudad
Gracias por la dedicatoria. Tu trabajo para difundir los encantos de esta ciudad son impagables. Espero que las personas que nos visiten sepan reconocerlo.
Hola, muchas gracias por este trabajo, soy un apasionado de Cuenca y su serranía, me parece la provincia con mas encanto de España.
Iván, muchas gracias a ti por valorarlo y por tu comentario. La verdad es que Cuenca es una gran joya. Un abrazo 🙂
Que fotos mas bonitas,como has sabido sacar la belleza de las casa de Alfonso VIII
¡Gracias Conchi! Si, la verdad es que con ese colorido es una calle ÚNICA. Un beso 🙂