Si estás leyendo esta entrada es que estás interesad@ en conocer otra preciosa ruta que nos ofrece nuestra Serranía de Cuenca. En esta ocasión, recorremos una espectacular senda desde la Ciudad Encantada hasta el increíble Puntal del Cuerno, otro de los miradores que se levanta en el entorno del pueblo de Uña.
Os daremos las pocas directrices que os harán falta para hacer senderismo por una ruta muy cómoda, con una distancia de apenas 5 kilómetros, y con un final fascinante… Una ruta para gente de todas las edades.
El inicio: La Ciudad Encantada
Aparcamos el coche en el mismo aparcamiento de la Ciudad Encantada, en cuyas inmediaciones podremos ver una pequeña señal que nos indica la dirección que debemos seguir para llegar al Mirador de Uña.
Poco después verás una caseta elevada para la observación de posibles incendios que pueda producirse en las inmediaciones. Desconocemos si está activa hoy en día o si por lo contrario está en desuso.
Llegada al Mirador de Uña
Poco después de salir de la Ciudad Encantada llegaremos al imponente Mirador de Uña. Aquí verás un gran panel explicativo y lo mejor de todo, como no podía ser de otra manera, son las vistas.
Te recordamos que también tenemos una ruta para que vayas andando desde Uña hasta la Ciudad Encantada, y también pasa por este precioso mirador.
Atentos a las marcas del GR 66
Una vez estamos en el Mirador de Uña, a nuestras espaldas, se abre un camino que durante casi todo el recorrido será ancho, sin desnivel y muy cómodo.
Sabremos que es nuestro camino, porque está marcado por los colores rojo y blanco del GR 66.
Rascaderas de jabalíes
Cuando hicimos la ruta, el camino estaba algo embarrado en algunos puntos, debido a la nieve que se ha ido descongelando estos últimos días y esto ha hecho que se formen grandes charcos en el camino.
Estos charcos son los jacuzzis de los jabalíes, los cuales se revuelcan en el barro para después rascarse en los árboles más cercanos. Esto lo hacen para desparasitarse y se sabe por las marcas de barro que dejan en la parte inferior de los troncos. A esto se le denomina «rascaderas».
Poco a poco, según vamos caminando, nos vamos dando cuenta de dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. A nuestra izquierda ya se va intuyendo las vistas que nos esperan….
El Puntal del Cuerno nos saluda a lo lejos. Ese es nuestro objetivo.
Dejamos el camino ancho
Llegamos a un punto en el cual abandonamos nuestro ancho camino para enlazarlo con una estrecha senda que nos llevará por la gran cresta que termina en el Puntal del Cuerno.
Árboles de película
Por el camino vemos árboles que nos recuerdan lo caprichosa que es la Naturaleza…
Vemos árboles retorcidos, con formaciones caprichosas y fantásticas, que bien podrían verse en cualquier película de Tim Burton.
Llegada al Puntal del Cuerno
¡Por fin llegamos al final de nuestra ruta! Aquí hacemos una parada para almorzar con unas vistas envidiables que nos hacen sentir unos auténticos privilegiados.
Desde este mirador podemos ver, de izquierda a derecha, el pueblo de Uña, el Embalse de la Toba, la Modorra y todo un mar de árboles que se extiende a nuestros pies… ¡Una maravilla! 🙂
Ya has visto que es una ruta fácil y cómoda, que puedes hacer con niños o personas de movilidad reducida.
Si te surge alguna duda, déjanos un comentario y te responderemos.