Se dice que en Cuenca hay nueve meses de invierno y tres de infierno, pero eso es un poco exagerado porque se nos olvida que cuando aterriza la primavera en la Serranía de Cuenca se produce una explosión de color y vida que inunda los sentimientos.
Si es cierto que a veces el invierno se hace algo largo y duro.
Pasamos algunos meses con frío y, aunque se nos olvida que la nieve y la lluvia que cae del cielo es esencial para el resto del año, llega un momento que sólo queremos ver el Sol.
Poco a poco los días se alargan y los rayos del Sol cada vez calientan más.
Y de repente… ¡BOOM!… a mediados de marzo, un enorme torrente de vida inunda los valles y montañas de la Serranía de Cuenca.
Cuando la primavera llega a la Serranía de Cuenca
Los animales traen al Mundo a sus pequeños, aprovechando que la abundancia jugará a su favor.
Los insectos revolotean como si supieran que su vida es efímera.
Las vacas, caballos, ciervos y gamos pastan en los verdes valles, como si no hubiera un mañana.
Las ranas cantan y retozan en las charcas y los renacuajos inician su metamorfosis.
Los pajarillos cantores nos regalan las partituras más bellas del Mundo.
Una variedad casi infinita de mariposas ayuda a la polinización de las flores, cuya variedad tampoco se queda atrás y completan la paleta cromática de la Naturaleza en la Serranía de Cuenca.
La polémica e indeseada oruga procesionaria sale de sus algodonados nidos para iniciar su insólita procesión.
Los caminos y sendas de repente se vuelven más apetecibles para aquellos que obtienen del senderismo una medicina para el alma.
Los ríos y arroyos cambian el silencio por el escandaloso y a la vez relajante sonido del agua, ahora abundante por el deshielo y las lluvias que trae la primavera en la Serranía de Cuenca.
En unos meses, las charcas se secarán, los valles perderán verdor y los pastos serán más secos.
Simplemente, es el ciclo de la vida.
Refranes sobre la primavera
El refranero español está repleto de dichos y refranes que hacen referencia a esta estación del año.
Algunos son muy conocidos, otros no tanto:
- La primavera, que cante o que llore, no viene nunca sin flores.
- Primavera seca, verano lluvioso y otoño desastroso.
- La primavera, la sangre altera.
- En abril, aguas mil.
- Mayo hace el trigo y agosto hace el vino.
- Sanjuanada venida (24 de junio), primavera venida.