Seguro que, si eres de Cuenca, has oído hablar del Hocino de Federico Muelas. Pero lo que puede que no sepas es que hay una ruta que recorre parte de la Hoz del Huécar y que pasa por este Hocino y por un antiguo acueducto. ¡Vamos a verlo!
La ruta puedes empezarla desde los pies de las mismísimas Casas Colgadas de Cuenca. Menudo comienzo, ¿verdad?
Debajo del imponente Puente de San Pablo verás una senda de tierra.
A partir de este punto concreto es donde empieza realmente la Hoz del Huécar y el camino te llevará por debajo de las casas que hay colgando de la Hoz, ofreciéndote unas vistas espectaculares mientras va ganando altitud progresivamente.
Poco a poco irás teniendo una perspectiva privilegiada del Convento de San Pablo, las Casas Colgadas y el Puente de San Pablo.
Según vas subiendo por la senda, irás viendo por encima de tu cabeza lo que fue la antigua cárcel de la Inquisición, lo que hoy es el Archivo Provincial.
Si miras abajo verás viejos hocinos olvidados en el tiempo y numerosos huertos centenarios regados por el débil pero incansable Río Huécar.
Y te preguntaras: «¿Qué es un hocino?» Un hocino es, básicamente, una antigua casa de labranza donde las familias vivían de lo que les ofrecía la tierra.
Los pocos hortelanos que se han aferrado a esta tierra, producen hoy en día verduras y hortalizas que diariamente venden en la plaza del mercado.
Verás que la senda es muy fácil de recorrer y durante casi todo el trayecto está custodiada por una valla de madera que proporciona seguridad al viandante.
Llegada al Hocino de Federico Muelas y el antiguo Acueducto
No mucho tiempo pasará hasta que te topes de repente con el famoso HOCINO DE FEDERICO MUELAS.
Ya poco queda de lo que fue en su día este edificio. Su estado en la actualidad es ruinoso.
La estructura está casi en su totalidad derrumbada y su interior ha sufrido la caprichosa huella de algunos que se creen artistas.
Al lado del hocino hay un cartel con un poema de Federico Muelas.
Como el estado de la placa también es lamentable, os ponemos a continuación lo que dice:
Alzada en bella sinrazón altiva
pedestal de crepúsculos soñados
¿subes orgullos, bajas derrocados
sueños de un dios en celestial deriva?
¡Oh, tantálico esfuerzo en piedra viva!
¡Oh, aventura de cielos despeñados!
Cuenca en volandas de celestes prados,
de peldaño en peldaño fugitiva.
Gallarda, extraña de cristal que azores
en piedra guardan, mientras plisa el viento
de tu chopo el audaz escalofrío.
¡Cuenca, cristalizada en mis amores!
Hilván dorado del aire del lamento.
Cuenca cierta y soñada, en cielo y río.
Federico Muelas
A partir de aquí, tienes dos opciones para seguir subiendo:
Opción 1: Puedes subir por el antiguo Acueducto de la Ciudad.
Es un rincón precioso y único, gobernado por la Naturaleza, que se ha hecho la dueña del lugar.
Aquí hay una característica verja de hierro que precede a una serpenteante subida.
Las vistas desde aquí son mágicas.
Opción 2: Puedes seguir la senda hacia adelante por un tramo abrazado por grandes paredones de roca.
Subirás por unas estrechas y empinadas escaleras hasta llegar a la parte superior del Barrio del Castillo.
Toma aire en el Barrio del Castillo
Aquí arriba puedes tomarte un respiro en el Mirador del Barrio del Castillo. Un rincón perfecto para sentarte y dejarte enamorar por sus espectaculares vistas.
Ahora que estás en la parte más alta del casco antiguo de Cuenca puedes penar que la ruta ya ha acabado aquí…
¡Pues no! Nosotros queremos que sigas elevandote hasta el mismo techo de la capital y seguir dándole un toque picante a esta corta pero intensa ruta.
Subida al cerro de «las Antenas» y el Mirador del Rey
Así que, sólo si todavía tienes ganas, bebe un poco de agua en la fuente y coge una senda que parte desde el aparcamiento y que sube al cerro conocido popularmente como «las Antenas».
En realidad es un lugar donde está instalada la infraestructura necesaria para dar cobertura móvil y de TV/Radio, pero puedes imaginarte las vistas que hay desde aquí arriba…
De hecho, aquí hay un mirador con un par de bancos, llamado Mirador del Rey. Perfecto para tomar el Sol o para deleitarse con una bonita y estrellada noche de verano.
Esperamos que hayáis disfrutado de una de las rutas más maravillosas que ofrece el entorno de la capital, donde Naturaleza e Historia se cogen de la mano.
¿Has hecho la ruta? ¡Cuéntanos tu experiencia! 🙂
Hola.
Bonita ruta. La desconocía por completo. Trataré de hacerla la próxima vez que pase por la ciudad de Cuenca, puede que incluso este domingo próximo si se cuadran las cosas, al volver de Mira si traemos buena hora.
Muchas gracias por vuestro blog; siempre es un placer leer vuestros reportajes.
Saludos. Julián.
¡Gracias a ti Julián! Nos encanta que se lea lo que damos a conocer y sobre todo que os sirva y que se valore 🙂 Es una ruta preciosa, corta pero intensa. Os va a encantar. Que la disfrutéis. Un fuerte abrazo amigo.
El 13-06-2020 hemos recorrido mi marido y yo la ruta de los hocinos hasta el castillo y después hemos bajado por la ruta de San Isidro unos paisajes muy bonitos los que tenemos en Cuenca
¡Hola María Isabel! Tenemos un tesoro de ciudad, la verdad es que si. Habéis hecho un recorrido espectacular. Un abrazo ; )
Magnífico reportaje. Conocí el hocino cuando aún era habitable, y su palomar se había convertido en biblioteca.
Qué lástima que lo hayan dejado perder.
Lo podían haber transformado en casa-museo de labranza, para ponerla en valor… Siento añoranza. Una conquense fuera de su tierra.
¡Hola María Luisa! tienes razón es una verdadera lástima. Es un lugar encantador con un potencial increíble. Un saludo y gracias por comentar 🙂